Alternativas al corsé monetario del euro

El País, 15 de marzo, 2019.

La Unión Económica y Monetaria (UEM) fue un error histórico, no para Alemania –que originalmente estaba en contra pero se convirtió en su principal beneficiario— sino para los países mediterráneos, Francia incluida, que por distintas razones estaban impacientes por “europeizar” la moneda alemana. Esos países sufren, pero no por su elevada deuda, como sostiene Alemania, sino porque las distintas culturas económicas nacionales requieren distintos regímenes monetarios para permitir que sean internacionalmente competitivas sus distintas estructuras sociales e institucionales. Ya en 1992, Ralf Dahrendorf, el entonces director de la London School of Economics, señaló que algunos países, como Francia, han impulsado el crecimiento económico históricamente con deuda pública, mientras que otros, como Italia, dependían de la alta inflación para alimentar la demanda doméstica. Un país altamente dependiente de las exportaciones como Alemania requiere estabilidad monetaria. Impuesto en Europa en su conjunto, como sucedió durante los neoliberales años noventa, el régimen monetario a la alemana asegura mercados cautivos para las exportaciones alemanas e imposibilita las ocasionales devaluaciones a otros países para defender su competitividad internacional. (…)

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